Como si no hubiese existido
- Severa Flor
- 26 oct 2020
- 6 Min. de lectura

Ilustración: Pústula
El mes pasado estuve viendo “Little fires everywhere” ("Pequeños fuegos por todas partes", su nombre en español), y en esta serie, una niña blanca norteamericana, hija de una familia “perfecta” que vivía en los suburbios de Cleveland, queda embarazada de su novio, un chico afroamericano. Esta niña de unos 14 o 15 años aborta y le cuenta a su novio, pero al final de una conversación que ellos tienen, ella le dice a él que lo que pasó no lo menciona, porque no decirlo es como si no hubiese pasado, es como si no hubiese existido.
'Alma', a quien le cambio el nombre para proteger su privacidad, es una amiga de hace algunos años y me contó su historia de aborto. Nos llamamos para hablar de lo que ocurrió y discutir un poco sobre lo que pensamos al respecto.
Bueno, tú sabes más o menos cómo es la historia y sabes que sigo con el hombre del cual quedé embarazada. Llevamos dos años de casados, es mi esposo. La verdad creí que jamás me iba a tocar, pues cuando oyes sobre ese tema nunca se te pasa por la cabeza que lo vas a vivir.
En ese tiempo, él y yo vivíamos en lugares diferentes, yo no planificaba pero cuando tenía sexo usábamos condón. Ese día en específico dijimos que no íbamos a usarlo y ahí empezó todo. Decidí tomarme una pastilla del día después y la verdad es que en algún momento una doctora me dijo: “eso no es un método anticonceptivo”. Dos meses después, me di cuenta de la sorpresa, había quedado embarazada y la verdad no estaba lista para asumir una maternidad de una forma tan apresurada.
“Me buscaba mis propios males” y ahora no me siento orgullosa de eso; además, porque cometí el error de no cuidarme y finalmente mi decisión fue abortar. El día que lo hice fui acompañada de una amiga que había pasado por una situación similar y creo que eso es muy importante; es un momento muy complicado y tener a alguien que te acompañe ayuda mucho. Llegamos a esa sala, había gente de muchas edades. Una señora con dos hijos y una chica muy joven, deportista, tenía una competencia cerca y por eso lo iba hacer. La señora mayor salió como si nada, no la juzgo, parecía que lo había hecho antes y se veía muy segura de sí misma. Estas dos mujeres son las que más recuerdo de ese día.
Cuando llegó mi turno, me sentaron, me pusieron anestesia y se me durmió el cuerpo de la cintura para abajo, pero aún estando sedada sientes todo lo que pasa y duele horrible durante el proceso, ¡te arrancan algo por dentro! Todo el tiempo lloraba, lloraba de dolor y lloraba porque me sentía muy confundida. Después de eso, podía caminar normal y debía tener cuidado un par de semanas, además, creo que siempre tienes secuelas psicológicas.
Habían noches en que no podía dormir, lloraba, me sentía mal. Tenía mucha confusión y no había vuelta atrás. Pensaba que era como si una parte de mi me la estuvieran sacando, la estaban arrancando. Tenía una revolución de emociones pero al final siempre pensaba que era lo mejor para mi.
Hubiese sido mejor de manera legal. El médico me trató muy mal, me trató como si fuera lo peor, como si estuviera traficando. Nadie te habla, todo el mundo te mira de una forma despectiva. Necesitaba algo más profesional. Pienso que si pudiera retroceder el tiempo, tomaría la misma decisión. Mi error fue no cuidarme, pero estaba completamente segura de esa decisión y de haberlo tenido habría traído consecuencias negativas. Como mujer eres la que tiene el feto en la barriga y estás en todo el derecho de decidir sobre tu cuerpo, eso sí, creo que uno debe aprender de la situación y tomar acción. Si definitivamente no estás preparada, deberías planificar, si esa es la razón.
No lo volvería hacer en este momento, tengo una mayor estabilidad y lo asumiría de otra forma. Lo que puedo decir es que debes aprender de ello, es una experiencia más. A veces olvido lo que pasó, a veces lo recuerdo, pero al final tarde o temprano tu sanas. Mucha gente va querer opinar y meterse en lo que estás viviendo pero debes rodearte de gente que te entienda, si tienes la oportunidad.
'María' es otra amiga de hace algunos años. Ella me contó su historia y para respetar su privacidad, también he cambiado los nombres de algunas personas que se mencionan.
María
Estoy nerviosa, un poquito distraída, pero te voy a contar. Realmente he abortado dos veces. La primera vez, estaba en cuarto semestre de mi carrera y en ese tiempo estaba con Juan, mi novio del momento. Salimos de vacaciones y yo me fui para mi pueblo, ya que no vivía en la ciudad donde estudiaba. Por esos días tuve un retraso pero era normal que los tuviera, así que pensé que era uno más.
Pasaron los días, regresamos a la universidad y nada que me llegaba la menstruación. Entonces decidí hacerme una prueba de embarazo y salió positiva. Yo siempre supe que mientras estuviera en la universidad no iba a tener hijos y pues nunca había sido algo que quisiera. Le conté a Juan y él dijo que no quería, lloró, dijo que no quería tener hijos. Esa vez, lo hice más por presión de él porque yo estaba súper enamorada.
Decidido eso, conseguí unas pastas por internet, ese fue el método. La primera vez no me funcionó y luego un amigo me ayudó a conseguir nuevamente las pastas, esa vez sí surtió efecto. Me dio diarrea, fue muy doloroso, creo que es casi como sentir dolores de parto. Cuando lo hice sentí mucha culpa, me sentía avergonzada. Un día mi mamá vino a visitarme y encontró la prueba, me preguntó si era verdad y yo le dije que no era mía, que era de una compañera que vivía conmigo, pero sí alcancé a sentir mucha presión y hasta pensé que podía tenerlo.
La segunda vez que ocurrió aún seguía en la universidad, tenía una relación abierta con un chico, sin embargo, realmente solo estaba con él. En ese entonces yo tuve una salida de campo de la universidad y antes de irme a ese viaje, tuve sexo con él. Pero siempre nos cuidamos, siempre usábamos condón.
Cuando llegué de ese viaje tenía un retraso, a mí se me hizo muy raro porque yo solo había estado con él y fuimos muy cuidadosos con el tema, sin embargo, todos sabemos que los métodos anticonceptivos pueden fallar y era una posibilidad. Me hice la prueba de embarazo y salió positiva. Como era la única persona con la que salía se la mostré y para él fue muy abrumador porque tenía otros planes, quería viajar por Latinoamérica y no se sentía preparado para tener un hijo. Entonces, le dije que ya sabía que teníamos que hacer y él me ayudó con la mitad del dinero para conseguir las pastas. De nuevo, lo hice.
Retomando un poco acerca del viaje que mencioné anteriormente, Pedro era el profesor con el que íbamos y estaba encargado del grupo, siempre en esos viajes se daba la oportunidad de tomar mucho con todo el grupo. Efectivamente, uno de esos días me emborraché, estuve tomando mucho y mi mejor amigo me cuidó, él fue a llevarme a la habitación, me puso la pijama y me dejó ahí dormida porque yo estaba muy ebria.
Tiempo después del aborto, con Pedro, el profe del viaje, y algunos de sus amigos nos reunimos en mi casa para tomar. Éramos muy de esos parches y a veces nos reuníamos. Entonces llegaron y nos pusimos a hablar, ellos bebieron pero yo no lo hice porque no quería. Hubo un momento donde ya todos estaban muy ebrios y Pedro se me lanzó encima y le dije que no, que yo no quería, le dije SUERTE. Entonces él dijo que “le hiciéramos”, así como había pasado en el viaje. Quedé en shock, porque de esa noche ni siquiera recuerdo cómo llegué a la cama, mi mejor amigo me contó que con otra compañera me llevaron casi cargada porque yo estaba muy borracha. Ahí comprendí por qué había quedado en embarazo.
En ese momento le dije: “Pedro, yo llegué embarazada justo después del viaje y ahora entiendo el por qué”. Él, lo único que hizo fue reírse en mi cara y decir “lo siento”. Yo solo dije “bueno”... y todo quedó ahí.

Ilustración: Pústula
El pasado 28 de septiembre, Día de Acción Global por el acceso al Aborto Legal y Seguro, muchas mujeres en Colombia salieron a las calles a exigir la legalización de este proceso que a través de los años ha afectado su seguridad y salud. Podemos decir que hoy en día no tienen poder para decidir sobre sus cuerpos y así tener la posibilidad de renunciar a una maternidad no deseada.
Por @lanatadeleche
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